En medio de la pandemia mundial sobre el brote de coronavirus, los investigadores y científicos de todo el mundo han estado trabajando para encontrar soluciones asequibles y precisas para ayudar a las personas a dar un suspiro de alivio. Un equipo de investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y otras instituciones han creado una versión inicial de una aplicación que puede ayudar a detectar COVID-19 mediante el análisis de voz.
El detector de voz COVID puede ayudar a los usuarios a analizar su voz en busca de signos de infección. La puntuación que muestra la aplicación es un indicador de cuánto coinciden las firmas en su voz con las de otros pacientes de COVID cuyas voces también se han probado. Los investigadores dicen que esto no es un consejo médico y que el único objetivo de crear una aplicación de este tipo es recopilar una gran cantidad de grabaciones de voz que podrían usarse para refinar el algoritmo en algo en lo que la comunidad médica tenga confianza.
Usando un teléfono inteligente o una computadora con micrófono, la aplicación puede ayudar a detectar a las personas infectadas con COVID-19. Todo lo que los usuarios tienen que hacer es toser varias veces y grabar varios sonidos de vocales, y también recitar el alfabeto. A partir de entonces, se proporciona una puntuación que se expresa como una barra de progreso de estilo de descarga, que representa la probabilidad de que el algoritmo crea que el usuario tiene COVID-19. La tos de un paciente con COVID es muy distintiva y afecta los pulmones hasta tal punto que los patrones respiratorios y otros parámetros vitales se ven afectados, lo que hace que la persona afectada por COVID tenga firmas de voz muy fuertes.
A partir de ahora, la aplicación está en progreso y viene con un fuerte descargo de responsabilidad de que "no es un sistema de diagnóstico", no está aprobado por la FDA o los CDC y no debe usarse como sustituto de una prueba o examen médico. Además, los resultados de la aplicación son preliminares y no se han probado en la actualidad. Es difícil cuantificar la versión actual de la precisión de la aplicación y los investigadores reiteran que su resultado no debe tratarse como un consejo médico. Debido a la falta de instancias de prueba verificadas, no se puede probar la precisión de la aplicación. El equipo ha consultado con colegas de la comunidad de investigación médica para considerar cómo ajustar la sensibilidad de la aplicación.